Como Antígona de la obra griega, todos están en una búsqueda desesperada por recuperar a sus seres queridos perdidos.
En cambio, su familia le dice que no acuda a las autoridades ni intente enterarse de ninguna información sobre su desaparición debido a la amenaza que representan los narcos.
La última pregunta que se plantea en el texto es: “¿Te unirás a mí para tomar el cuerpo?
[3] El libro se divide en tres secciones, cada una de las cuales incluye un título que alude al contenido del capítulo.
Incluir las palabras en español y reflejarlas en el texto en inglés vincula la traducción al original.
Esta disposición estilística hace que los lectores tomen conciencia del vínculo inextricable entre Antígona González y América Latina y también permite a los lectores bilingües comparar el texto traducido con el original.
Sin embargo, debido a la narrativa inclusiva del libro de Uribe, todo aquel que amaba y busca a un desaparecido también asume el papel de Antígona en Antígona González.
El hermano de Antígona, Tadeo, junto con las personas desaparecidas y asesinadas en todo el país representan a Polinices en esta historia.
Este miedo, que afecta a muchos, proviene tanto del descuido de un gobierno inútil como de la violencia que amenaza y rodea a todos en Tamaulipas y más allá.
[7] Creonte, el rey opresivo del mito griego, se menciona solo una vez en el libro como una comparación con el descuido deliberado de México por las muertes y desapariciones.