[1] Escapó de Hungría en 1956, y falleció en Alemania Federal dos años después.
Antes de comenzar el partido, el entonces presidente de Italia y líder del partido fascista, Benito Mussolini, le envió un mensaje al entonces entrenador de la selección italiana, Vittorio Pozzo, el cual decía «vencer o morir».
El combinado transalpino venció al equipo húngaro por 4-2.
Unos años después, Szabó dijo: «nunca me sentí tan feliz luego de una derrota.
Con los 4 goles que me hicieron, salvé la vida de 11 seres humanos».