Todos estos edificios están ahora reducidos a ruinas, porque la ciudad medieval de Hamar fue destruida en la segunda mitad del siglo XVI y la ciudad moderna no surgió hasta el siglo XIX.
Entre los obispos de Hamar se recuerda especialmente al cisterciense Torfinn (1278-1285).
Allí se convirtió en objeto de culto y veneración.
A principios del siglo XVI se consolidó en Noruega un movimiento antidanés, del que parece que también formó parte el obispo Karl Jensson Skonk.
Liderados por Truid Ulfstand, se dirigieron a Nidaros, pero el arzobispo ya había huido al exilio, así que fueron por los obispos restantes.
[2] El 2 de setiembre de 1537 el rey Cristián III firmó el Ordinatio ecclesiastica regnorum Daniae et Norwegiae et ducatuum Slesvicencis, Holtsatiae etc. etc., por el que en el Reino de Dinamarca y Noruega las diócesis fueron convertidas en superintendencias luteranas, suplantando formalmente a las diócesis católicas.