Se cree que la especie tipo y única conocida, A. bernensis, se extinguió alrededor del siglo XVI después de Cristo.
Al principio, se consideró que esta especie era un pariente cercano de los monos capuchinos, pero la investigación posterior mostró que sus similitudes eran debidas a la evolución convergente.
Horovitz y MacPhee[1] desarrollaron la hipótesis, propuesta inicialmente por MacPhee et al.,[2] de que todos los monos antillanos (siendo los restantes las dos especies cubanas del género Paralouatta, el mono jamaiquino Xenothrix mcgregori, y el mono haitiano Insulacebus toussaintiana) pertenecían a un grupo monofilético vinculado cercanamente con el género moderno Callicebus.
Ellos luego asignarían a los monos antillanos a la tribu Xenotrichini[3] – el grupo hermano de la tribu Callicebini con extensas comparaciones anatómicas y empleando el análisis filogenético usando parsimonia (PAUP, por sus siglas en inglés).
[4] Ellos mantuvieron la monofilia de este grupo ya que mantenía su soporte en los cladogramas más parsimoniosos, pero en los menos parsimoniosos el género de monos aulladores, Aotus, aparecía como emparentado con Xenothrix.