Un sistema antimisil o sistema contramisil es un arma destinada a interceptar misiles enemigos que se encuentran en vuelo, antes de que alcancen su objetivo, sea tropa, unidades o territorio propio.
Para ello utilizan a su vez misiles antiaéreos pesados de alta aceleración y precisión.
La fiabilidad de los sistemas antimisil se ha demostrado muy baja en numerosas ocasiones, incluso cuando actuaban contra misiles obsoletos y dañados.
Son contados los casos en que un sistema antimisil ha logrado detener efectivamente a un misil en una situación de conflicto real.
[2][3][4] Por el otro, resulta sencillo modificar las armas atacantes y sus tácticas para dificultar enormemente su intercepción, a un coste muy inferior; esto es especialmente cierto para los misiles más sofisticados, con técnicas especiales entre las que se encuentran: La acción combinada de todas estas técnicas y otras más esotéricas resulta en problemas insuperables para los sistemas antimisil de nuestro tiempo y del futuro próximo.