Aunque ella siempre ha aclarado que «sus abuelos eran gitanos catalanes del Rosellón y Perpiñán».
Pocos días después de su nacimiento, empezó a sufrir unos dolores muy fuertes.
Fue llevada por su madre a diferentes médicos y, aunque ninguno lo pudo confirmar con exactitud, según parece, estos eran causados por una grave meningitis.
Tras este primer gran paso, decir su primera palabra, le siguieron muchas otras, siempre con gran determinación y esfuerzo por su parte pues tenía que recuperar todos esos años que había pasado en silencio.
Conforme La Singla fue creciendo, aprendió a bailar rumbas, fandangos, bulerías y flamenco en general con una gran maestría.
[3] Por esto mismo se llegó a decir, incluso, que era la heredera de Carmen Amaya.
Sin embargo, esto no impidió que cautivara a todas las audiencias tanto con su baile como con su perseverancia.
Además, el Festival Flamenco Gitano estuvo de gira por Europa y las Américas.
Tras una noche de amor, descubren con desesperación que pertenecen a las dos familias rivales.
Como se puede observar, es una versión «gitana» de “Romeo y Julieta” del conocido autor británico William Shakespeare.
Antoñita La Singla participó en este largometraje como ‘Sole’, una bailaora más del clan, junto a Sara Lezana, Daniel Martín, Antonio Gades, Antonio Prieto, José Manuel Martín, Margarita Lozano, Juan Manuel Soriano.
Además, gracias al rodaje de la película La Singla pudo conocer a Carmen Amaya,[1] con quien se la comparaba.
Aunque su carrera profesional fue corta, es innegable el hecho de que, sin duda, fue impresionante teniendo en cuenta sus orígenes y su condición.