Antoni Esteve Subirana

En sus Memorias dejó escrito: Yo no podía dejar la farmacia i los análisis que me permitían ganarme la vida, al mismo tiempo que no abandonaba a mi madre.

Debido a la importancia que adquirió esta actividad, Antoni Esteve fundó en 1931 bajo su nombre uno de los principales laboratorios farmacéuticos catalanes.

Él mismo relata: Nuestra producción fue siempre suficiente, pese a las dificultades para obtener las materias primas.

Alejado forzosamente de toda actividad política y cultural, Antoni Esteve se dedicó intensamente a su trabajo científico.

Después del exilio, el Laboratorio del Dr. Esteve fue trasladado a Barcelona, donde se inició una nueva etapa caracterizada no solo por la expansión progresiva sino también por el hecho de introducir al mercado especialidades farmacéuticas originales.

Cuatro años más tarde, su familia creó la Fundación Dr. Antoni Esteve para honrar públicamente su memoria.

En el 1959 fundó la Sociedad Farmacéuticas del Mediterráneo Latín, de la que fue vicepresidente.