Antonia Gutiérrez Bueno y Aoiz (o Ahoiz) (Madrid, enero de 1781-1874) fue la primera mujer a la que se permitió (en 1837) el acceso para consultas a la actual Biblioteca Nacional de España.
[1] Se casó con Antonio Arnau, con quien vivió en París, donde continuó relacionándose con grupos intelectuales.
Con ese nombre también empieza a publicar en 1835 un Diccionario histórico y biográfico de mugeres célebres.
En otro informe, un consejero real calificaba la vieja prohibición de 1761 de precepto bárbaro, y hacía ver que esta mitad del pueblo tiene todavía en España conventos donde encerrarse y no bibliotecas donde instruirse.
[4][5] La solicitud de Antonia Gutiérrez Bueno tenía como motivo encontrar documentación para la continuación del Diccionario histórico y biográfico de mugeres célebres, que había comenzado a publicar en 1835 con un pseudónimo masculino (Eugenio Ortazán y Brunet).