Desde 1990 hasta 2002 trabajó en el CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) en Madrid.
Antonio Brú descubrió que estas células se movían en busca de espacio entre la rugosidad del propio borde tumoral, situación más propicia para el crecimiento.
A finales del 2014 publicó un artículo en Nature, Scientific Reports, titulado: "Scaling in complex systems: a link between the dynamics of networks and growing interfaces" [18] En este trabajo se establece un vínculo entre la evolución de redes complejas y los procesos dinámicos que evolucionan bajo la acción de la aleatoriedad y desarrollar interfaces ásperas.
[28][29] Y a pesar de que el presidente de la SEOM en aquella fecha, Antonio Antón, aplaudía la noticia y decía que sin duda merecía la pena un ensayo clínico[30] más tarde comenzó a verter duras críticas.
[31][27][38] En abril del 2017, con el artículo publicado en Physica A: Statistical Mechanics and its Applications, titulado: "Visibility to discern local from nonlocal dynamic processes",[39] revelan la necesidad de encontrar nuevos algoritmos para detectar características que pasan inadvertidas al análisis de escalado clásico en KPZ y EW.
Más recientemente, en noviembre de 2018, Antonio Brú junto al equipo de médicos e investigadores, publican "Study of tumor growth indicates the existence of an “immunological threshold” separating states of pro- and antitumoral peritumoral inflammation"[40] en la revista PloS One, donde revelan la existencia del "umbral inmunológico", que marca el límite entre los estados en los que la inflamación peritumoral es dañina o beneficiosa.
En diciembre del 2018, en la revista Mathematical Biosciences, se publica "An extended Moran process that captures the struggle for fitness"[41] Y en febrero del 2019, se da a conocer "Antitumoral effect of maintained neutrophilia induced by rhG-CSF in a murine model of pancreatic cancer"[42] publicado en Nature, Scientific Reports.