Como consecuencia de esos cargos asistió a las Congregaciones Generales II, III y IV.
Fue autor de opúsculos ascéticos, que tratan sobre la oración afectiva, sus reglas y frutos.
En Itinerario de perfección espiritual, publicado en Italia, propuso a Cristo como modelo de las tres vías: activa, contemplativa y mixta.
[1] Fue objeto de debate si su tendencia su acercamiento a la espiritualidad franciscana.
[2] Los generales Francisco de Borja (en 1570) y Everardo Mercuriano (en 1574) le reprendieron en sendas cartas por difundir temas y métodos de oración ajenos al texto ignaciano Ejercicios espirituales.