Sin embargo, sus ideas liberales le llevan a apoyar el pronunciamiento de Juan Díaz Porlier en La Coruña en 1815,[2] razón por la que fue encarcelado en el castillo de San Antón hasta 1819.
En 1824 es enviado al Callao y lucha en la batalla de Ayacucho.
Una vez allí, pasó a diferentes barcos en las costas de Galicia.
El 9 de septiembre tuvo que dimitir debido a las irregularidades en un contrato con una empresa suministradora de carbón, teniendo que dar explicaciones sobre su conducta en las Cortes.
Sin embargo, murió antes de que se pronunciara un dictamen sobre los hechos.