Se trasladó Siena para asistir a la escuela de sordos situada en el Instituto "Tommaso Pendola", dirigido por escolapios, donde aprendió a hablar a través del método del oralismo, con terapias de logopedia y de lectura labial.
[1] En 1905 regresó a Poiana, su población natal, para trabajar en artes gráficas, especializándose en el manejo de la linotipia y fundando, más adelante una escuela de arte.
[2] En 1932, coincidiendo con la celebación de San Antonio Abad , fundó junto con amigos y compañeros sordos, la Asociación Nacional de Sordos de Italia, donde fue presidente desde su fundación hasta 1950.
Como homenaje a su figura, en cinco ciudades italianas existen calles con su nombre.
Además de Poiana Maggiore,[5] Padua,[5] Roma,[6] Abano Terme[7] y Alcamo.