Antonio Quirós

En su vocación artística pudo influir su tía, María Blanchard, establecida ya en París, pero sus inicios pictóricos tuvieron lugar siguiendo las enseñanzas de Fernando García Camoyano, un modesto pintor academicista, y su primera relación con las vanguardias se debe a sus contactos con escritores como Gerardo Diego y Federico García Lorca.

[1]​ Tras el paréntesis impuesto por la guerra estudió pintura en la Academia Julian y en la Grand Chaumière de París.

A pesar de sus notables diferencias estéticas, en 1948 expuso en Estocolmo y París con Pablo Picasso.

Tras una temporada en Estados Unidos volvió a Madrid en 1961 e instaló su estudio en el Paseo del Prado.

También, aunque fuese solo ocasionalmente, siguió pintando retratos (Juan Carlos I, Felipe Santullano, condesa de Cienfuegos).