Los españoles fueron los primeros europeos en explorar la zona y el territorio pasó a formar parte del virreinato de Nueva España.
Unos manantiales, Apache Spring, surgen de una falla al lado del camino, siendo la única fuente de agua segura en muchas millas a la redonda, y fue un lugar frecuentado tanto por aborígenes como por todos aquellos que emigraban hacia el oeste por esta ruta.
Para los apaches, este lugar era un cruce de caminos, pues diferentes senderos convergían allí.
Otra gran ventaja del sitio era la abundante caza y leña que había en los alrededores.
La creación de esta última estación acortó en nueve millas la ruta entre Apache Pass y Dragoon Springs.
[1] Cochise se opuso con violencia al arresto, sacó un cuchillo y rasgando con él la tienda logró huir, quedando sus familiares con los soldados.
La encontraron desguarnecida, pues los confederados ya habían marchado ante la gran desigualdad de fuerzas.
Carleton, recién ascendido a general, envió una fuerza de reconocimiento mandada por el teniente Edward E. Eyre para que se uniera a las tropas de la Unión que bajo el mando del general Canby estaban destacadas en Río Grande.
Así, llegaron hasta Dragon Spring sin incidentes, y Cremony quedó en la estación de adobe que había allí, mientras Roberts marchaba hacia el este, rumbo a Apache Pass.
[5] Roberts ordenó ir en ayuda de sus compañeros y logró reagrupar las fuerzas en la estación, mientras que los apaches se parapetaban en las colinas alrededor del manantial.
Durante las guerras apaches, el fuerte se convirtió en cuartel general en la lucha contra los indios.