Por el día se esconden en el follaje y son activos por la noche.
La larva de color naranja brillante de forma parecida a una babosa inyecta una toxina a los áfidos para paralizarlos y sorber su interior a través de un agujero que le hace en el tórax.
Las larvas pueden matar áfidos mucho mayores que ellas y pueden matar a más de los que pueden consumir cuando las poblaciones de áfidos son elevadas.
Se suele suministrar en forma de pupa en botellas con un sustrato humedecido como puede ser la vermiculita donde las pupas terminan su desarrollo.
Una vez situadas en el invernadero emergen de la botella en estado adulto y empiezan la puesta de huevos entre 3 y 7 días después según la temperatura.