Hijo de Isis, como vaca, fecundada por un rayo del Sol.
Su culto pasó a Alejandría en la época ptolemaica, siendo muy popular entre griegos y romanos.
El historiador romano Plinio el Viejo refiere, aunque de manera sucinta, las prácticas adivinatorias asociadas al culto del buey apis durante la época de la dominación romana:
Ptolomeo I Sóter introdujo el culto a Serapis, dios sincrético, con elementos mitológicos griegos y egipcios.
Los sarcófagos son de gran tamaño, y el entierro debió haber originado enormes gastos.