Apocalipsis 10

El libro se atribuye tradicionalmente a Juan el Apóstol,[1]​[2]​ pero la identidad exacta del autor sigue siendo un punto de debate académico.

Algunos manuscritos antiguos que contienen el texto de este capítulo son, entre otros:[5]​[7]​.

Los rasgos impresionantes con que se le describe acentúan su naturaleza celestial y su poder.

Es un libro semejante al rollo de la visión descrita por el profeta Ezequiel, destinado a ser comido por el vidente (vv. 9-10).

Significa que Dios habla mediante la Sagrada Escritura prometiendo bendición y castigo.