Estas series son conocidas como «apostolados», denominación inexacta, ya que en todos ellos se eliminó a Matías, reemplazado por San Pablo y, en otro, Bartolomé substituye a Lucas el Evangelista.
Son obras básicamente del taller, a excepción de Mateo el Evangelista, que debió ser realizado por el maestro.
De hecho, las partes más discutibles de estas obras podrían ser debidas a restauraciones discutibles, más que a fallos del taller del Greco.
No se conoce el funcionamiento de su taller, pero la opinión general con respecto a estos lienzos es que el Greco comenzaba las pinturas y, en un momento determinado, sus ayudantes pasaban a terminarlos.
La restauración de los lienzos —excesiva en algunos casos— no permite demasiadas precisiones en cuanto a la técnica.
Las figuras, aunque en gran parte basadas en las del Apostolado Arteche, presentan cambios notables con respecto a aquel conjunto.