La primera mención latina de este helenismo aparece con Cicerón: "cosas agraciadas y donosas como aquellas que recopiló el viejo Catón las cuales se llaman Apothegmas".
A sentencias también dichas con gracia y pocas palabras se las llama donaire, facecia, chiste, gracia y sal; si bien no aportan la enseñanza moral de los apotegmas.
Un célebre y docto opositor de Perón, el escritor Jorge Luis Borges, dijo por su parte: «los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles».
En México es muy conocido y utilizado el apotegma del presidente Benito Juárez: "Entre los individuos cómo entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz".
Un ejemplo típico de apotegma que se encuentra en el Apophthegmata Patrum es el Nº17: