La sustitución puede ser un carácter casi homoglifo, un dígrafo o una cadena de caracteres.
Una aproximación se diferencia de un error tipográfico en que una aproximación es intencionada —sigue siendo un error— y pretende preservar el aspecto visual del original.
Algunas máquinas de escribir tienen teclas no espaciadoras para utilizarlas como signos diacríticos.
Esto permite al mecanógrafo sobrepasar esta marca por una letra espaciadora, digamos, e, y obtener é, una letra acentuada.
Debido a las restricciones geométricas de una fuente monoespaciada, el resultado no siempre podía ser perfecto.