Las grandes arañas, de tamaño muy superior a las reales, son elementos comunes del legendarium creado por el escritor británico J. R. R. Tolkien.
La novela El hobbit describe una colonia de astutas y grandes arañas al norte del Bosque Negro, a finales de la Tercera Edad.
Los elfos del reino de Thranduil intentaron sin éxito exterminarlas.
Durante el libro, la compañía de Thorin fue capturada por las arañas y atrapados en sus redes.
Sin embargo, Bilbo logró liberarlos con la ayuda de su espada Dardo y su anillo mágico.