Araceli González Carballo

Junto a su primer marido fueron claves para conseguir hacer creer a Hitler y al mando alemán, que las tropas aliadas iban a entrar a Europa continental por Calais y no por Normandía, permitiendo el éxito del Desembarco de Normandía, al final de la Segunda Guerra Mundial.

[2]​[3]​[4]​ En 1938, gracias a su padre, marchó a Burgos como secretaria del gobernador del Banco de España, donde en febrero de 1939 conoció a quien sería su primer marido y colaborador, el oficial y doble espía Joan Pujol García.

En 1942 se traslada con su marido a Londres, donde se incorpora a la sociedad inglesa y conoce a la duquesa de Kent y otros miembros de la aristocracia, además de simpatizar con Winston Churchill.

A pesar de ser feliz, vive una vida muy intensa y peligrosa facilitando informaciones falsas a los alemanes sobre los lugares que debían de bombardear, sobre la creación de una red de agentes secretos, etc.[1]​[2]​[3]​ En 1944, después de la operación Fortitude, volvieron a Madrid, y después a Lugo, donde la policía sospechó que Araceli podía estar involucrada en espionaje.

Araceli no se adaptó a Venezuela y decidió volver a Lugo con sus hijos, para después trasladarse a Madrid, donde trabajó de intérprete, guía y relaciones públicas para las delegaciones diplomáticas de las embajadas estadounidense y británica, mientras, su marido temeroso por su vida, decide quedarse.