Helia González, que tenía cuatro años cuando subió a bordo del Stanbrook recuerda:[1]
Helia González, entonces una niña de cuatro años cuya familia republicana había ido a Alicante desde Elche, recuerda cómo conoció al capitán Dickson:[1]
Dickson decidió no llevar su cargamento, y embarcó a 2638 personas, un pasaje excesivo para un barco tan pequeño.
Tanto es así que el barco se escoró en varias ocasiones durante la travesía.
Fueron conducidos a un centro de alojamiento donde los ducharon, los vacunaron y les dieron alimentos proporcionados por los cuáqueros.
[7][8] Sin embargo no fue hasta 2015 cuando se celebró por primera vez la hazaña del capitán en Cardiff, su ciudad natal.