Por su riqueza y contenido, tan solo puede ser comparado con el del italiano Francesco di Marco Datini, conservado en Prato, ciudad cercana a Florencia, o con el de la familia Fugger, conservado en Dillingen an der Donau, muy cerca de Augsburgo.
Los primeros documentos económicos de Simón Ruiz se conservaron en el propio edificio del Hospital General y se vieron muy acrecentados con el traslado ordenado por fray Cosme Ruiz del archivo de su padre Cosme –sobrino y primer sucesor de Simón–, cuyos negocios le habían obligado a establecerse en Madrid.
[1] Earl J. Hamilton, en su libro American Treasure and the Price Revolution in Spain (1934), fue el primero en llamar la atención sobre este importante legado, posteriormente estudiado por otros grandes historiadores de la economía como Henri Lapeyre, Ramón Carande, José Gentil da Silva, Valentín Vázquez de Prada, Felipe Ruiz Martín, Manuel Basas Fernández o Bartolomé Bennassar.
Todos ellos y otros muchos en época más reciente, lo han estudiado de forma general o monográfica aportando conclusiones para la historia económica española.
Las cifras hablan por sí mismas respecto a la cantidad y calidad de este conjunto documental, cuyo contenido ha sido clave para entender las particularidades del comercio, la banca y los cambios en la Europa de la segunda mitad del siglo XVI.
La correspondencia con ciudades españolas, francesas, portuguesas, italianas, flamencas y del nuevo continente, que comprende tanto las cartas recibidas, como copias de las expedidas, supera los 56000 ejemplares circulados entre los años 1556 y 1624.