Arearea es una obra pintada por el francés Paul Gauguin, en 1892, durante su estancia en Tahití.
La obra recupera el concepto de la sinestesia, un recurso que intenta fusionar pintura y música.
En una entrevista publicada en el Écho de Paris, en 1895, el periodista pregunta a Gauguin por qué pinta perros rojos y ríos naranja.
No pretende representar nada real sino crear una armonía de colores y líneas que sugieran sensaciones de la misma manera que lo hace la música.
Durante su primera estancia en Tahití tenía un perro que llamaba «Pego», la pronunciación francesa de P. Gau.