La argizaiola (euskera), también conocida en castellano como Cerillero de Difuntos, es una talla de madera, habitualmente con aspecto antropomorfo, que incluye una vela enrollada.
Habitualmente labrada sobre madera de haya o roble tiene talladas diferentes representaciones y figuras.
La vela permanece encendida durante toda la eucaristía y sus propietarios giran la pieza de madera para mantener viva la llama.
[2] La función simbólica de la argizaiola sería la de trasmitir el fuego del hogar, se trata de un objeto doméstico vinculado al hogar familiar, a los difuntos en la iglesia y en la ceremonia de recuerdo a los mismos más importante del culto católico.
En 1964 el etnógrafo Luis Pedro Peña Santiago escribió una monografía sobre este soporte de madera, con forma de tabla vinculado a ritos funerarios.