Los romanos también tenían una variante llamada lorica plumata, en la cual las escamas se adherían a una cota de malla.
La caballería escita probablemente haya usado una armadura lamelar, como se evidencia en pinturas y excavaciones contemporáneas en sepulcros kurganes.
[5] Debido a la naturaleza semirrígida de la armadura, los escitas solo construían peto y espaldar con hombreras separadas.
Algunas muestras evidencian armaduras parciales, donde una camisa de cuero tenía cosidas escamas en algunos lugares estratégicos, especialmente alrededor del cuello y el torso superior.
[7] Durante el Imperio romano, esta armadura era una alternativa popular a la cota de mallas (lorica hamata) ya que ofrecía una mejor protección contra los golpes contundentes.
En estas áreas las escamas eran habitualmente combadas para beneficiarse de la protección extra ofrecida por una escala redondeada.