Contrató al diseñador Louis Béchereau como director técnico de la compañía y más tarde empleó al joven ingeniero, André Herbemont.
Estas dos personas consiguieron que la organización SPAD obtuviera gran fama.
Permaneció encarcelado hasta 1917, cuando es llevado a juicio.
En el juicio expone que su dinero fue usado en el desarrollo de la industria aeronáutica francesa, lo que le valió una pena de cinco años, pero debido a su reclusión previa, fue liberado de inmediato.
Pese a obtener la libertad, nunca se recuperó del todo, y finaliza su vida suicidandose el 11 de junio de 1924.