[1][2] El paisaje urbano de esta ciudad, se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.
[3] La escultura, hecha en bronce, el busto y en piedra el pedestal, es obra de Gerardo Zaragoza, y está datada en 1953.
[1][2] La obra se inauguró en el año 1953 porque se celebraba el centenario del nacimiento del literato asturiano Armando Palacio Valdés, y que había sido nombrado Hijo Adoptivo de Oviedo por el Ayuntamiento de Oviedo en 1926.
Pese a ello, volvió más tarde a su emplazamiento original, el Campo de San Francisco de Oviedo.
En el pedestal que sostiene el busto del escritor y crítico literario puede leerse: «