Arquitectura reivindicativa

Se conoce como arquitectura reivindicativa efímera aquella que pone de manifiesto una situación crítica de tipo social, política o ambiental, ya sea mediante proyectos construidos o planteamientos teóricos, con la intención de atraer la atención sobre los temas planteados y producir una reflexión para generar conciencia.

Los proyectos arquitectónicos reivindicativos exigen analizar el problema en profundidad en una primera fase, iniciándose así el proceso de concienciación y acercamiento a otros agentes.

Muchas de estas propuestas no sólo proponen una solución al problema, sino que tienen unos rasgos reconocibles que permiten llamar la atención sobre él y generar conciencia en la población.

Krzysztof Wodiczko De 1980 en adelante Con sus instrumentos, proyecciones, arquitecturas interactivas y vehículos da voz a las personas que normalmente no la tienen; inmigrantes, personas sin hogar, veteranos, etc.

Artista visual que investiga los límites entre el cuerpo y la arquitectura y representa de una manera literal las conexiones entre las personas en espacios públicos, como en Nexus Architecture (2001) donde lo hace con el diseño de unos trajes especiales.

Ésta puede ser la consecuencia de una crisis o un fenómeno puntual, para lo que estudian posibles soluciones que mejoren la situación o la hagan más visible ante los medios.

Sami Rintala junto con Marco Casagrande pusieron de manifiesto con esta instalación el abandono progresivo que está sufriendo el campo finlandés, elevando unos graneros abandonados sobre patas para que puedan seguir a sus dueños hasta la ciudad.

Tras el estudio del problema, se propone una actuación que en primer lugar lo visibilice, y en segundo lugar lo solucione, fomentando la participación ciudadana en la mayoría de los casos.

Se define a sí mismo como un “hacktivista urbano” que reprograma el espacio público alterando sus elementos para hacerlos más divertidos y participativos.

Este artista propone materializar la influencia de las tecnologías de la red en el espacio público, concienciando sobre su predominio a la vez que consigue mayor interacción con esos lugares.

Alguno de sus proyectos teóricos y prototipos como la Village en carton (1969) proponen diseños con materiales sostenibles que incluso pueden ser quemados una vez cumplida su función, o como la serie de Maisons enterrées (1965-1972), proyectos alternativos construidos bajo residuos urbanos y coches viejos.

2015 Este prototipo móvil permite “democratizar el agua” filtrando y purificando 3.000 galones de agua haciéndola pasar por diferentes ecosistemas a través de un sistema de tuberías que expone el proceso y abre la discusión sobre el tema.