La arquitectura románica en Cerdeña corresponde al románico que se desarrolló en la isla de Cerdeña durante un largo período, desde los orígenes en la época de los Giudicati hasta el siglo XIII.
Sus expresiones, aunque autónomas, no son clasificables en una imagen reconocible, ya que en la isla el románico se manifestó con resultados inusuales pero en numerosas formas;[1] esto se debe al establecimiento en Cerdeña de varias órdenes religiosas, procedentes de diversas regiones italianas y de Francia.
La nueva basílica fue erigida cerca de una zona donde había una necrópolis cristiana primitiva y dos basílicas antiguas que datan del siglo V-VII.
A partir de entonces, y durante varias décadas, llegaron a la isla muchas órdenes religiosas, entre ellas los camaldoleses, los vallombrosianos, los cistercienses, los victorianos, etc. A raíz de este fenómeno, y gracias al considerable compromiso financiero de la nobleza local (mayorales), se fundaron numerosas iglesias privadas, lo que contribuyó al desarrollo de la arquitectura románica que, en la isla, adquirió características originales y muy interesantes.
Pero no solo los benedictinos de San Vittore actuaron en la isla, sino también otras órdenes trsalpinas, como los cistercienses, los templarios y los lerinenses.