La arquitectura sudanesa es un tipo de arquitectura que se encuentra en África Occidental y principalmente en Malí, en la región correspondiente a lo que formó el Sudán francés.
La arquitectura sudanesa es de naturaleza urbana o monumental en tierra cruda.
Las paredes de los edificios incluyen ramas de la palma Boraso –Borassus– insertadas, cuya función es aligerar el peso del muro y hacerlo resistente al desgaste, a la vez que facilitan el enlucido, esencial para el mantenimiento del edificio de forma que este resista la temporada de lluvias, y cumple la función de absorber dilatación térmica.
[2] El origen de esta arquitectura a menudo se atribuye al arquitecto (y poeta) andaluz Abou Ishaq es-Sahéli, quien regresó con el emperador Kankou Moussa de su peregrinación a La Meca, y a quien se le confió la realización de la mezquita Kankou Moussa, en Gao y de la mezquita Djingareyber en Tombuctú.
[3] Durante la época colonial, los arquitectos franceses confiaron en los estilos sudaneses para crear edificios coloniales, dando así lugar a la arquitectura neosudanesa.