La lucha en curso contra los croatas por parte del imperio austríaco termina con la captura de hasta 10.000 prisioneros de guerra por el propio Görgey, que es ascendido como comandante del ejército del Alto Danubio.
La decisión no le pareció correcta a Görgey (por aquel entonces ministro de defensa de Hungría), estando en minoría por todos los otros cargos políticos húngaros, entre ellos el propio Luis Kossuth.
Luis Kossuth, sabiendo que los rusos tenían un pacto junto a Austria, vio incapaz la posibilidad de defender Polonia y de continuar con la revolución húngara, dejando el trono en manos de Görgey, que establece una dictadura.
Artúr Görgey huyó a Klagenfurt, mientras que 1.500 de sus hombres y 17 generales son encarcelados y juzgados, terminando ahorcados o fusilados.
Estuvo trabajando hasta 1867 en su laboratorio químico antes de regresar a Hungría.