Publica su primera obra en 1937 Vida de Basilio Muñoz, del que es coautor con el maestro Julio Castro, prologado por Carlos Quijano.
Junto con ambos participa en 1939 de la fundación del semanario Marcha.
Ante la llegada de la Dictadura Militar en 1973 se ve forzado a exiliarse en Venezuela, dónde continúa su actividad académica como profesor en la Universidad Simón Bolívar de Caracas.
Además en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos participa como investigador.
Influyó no solo en varios intelectuales, sino también en políticos como Wilson Ferreira Aldunate.