El 19 de enero, una semana luego del ataque, el puesto policial afectado fue incendiado.
Los atacantes robaron fusiles Heckler & Koch, ametralladoras y 3.000 cartuchos.
[3] Una vez enterado la PNP central del ataque, se envió al comandante general Javier Gallardo Mendoza para resguardar a los familiares de los policías afectados, la PNP informó que se estaba indagando junto a las autoridades brasileñas y la Policía Federal para encontrar a los responsables.
[1] Los atacantes fueron catalogados como un grupo integrado por hombres de nacionalidades brasileña y colombiana.
[5] La municipalidad del distrito del Yavarí informó que «los puestos de vigilancia están abandonados, el Estado (gobierno central) no nos hace caso» en referencias a la precariedad en la que se encuentra las fuerzas gubernamentales peruanas.