Así, enlazaba directamente con la estación de tren conocida como Bilbao Aduana, más tarde San Nicolás y actualmente la parada de metro Zazpikaleak/Casco Viejo.
Fue construido en hormigón armado y consta de una pasarela que llega al mirador (que hace referencia a la estética maquinista), partiendo de esta parte una columna vertical hueca que transporta a los pasajeros hasta la zona baja de la ciudad.
Ya en el siglo XIX se había ideado un elevador para Bilbao, proyecto que nunca llegó a realizarse.
Debido a su gran altura (salva 45 metros) y su ubicación en el centro de la ciudad, es visible desde diferentes puntos, habiéndose convertido en un hito arquitectónico.
[5] El ayuntamiento ha asumido el coste y ejecución de las reparaciones subsidiarias.