[2] Este alejamiento pacífico no les sirvió de nada, puesto que fueron perseguidos y casi exterminados.
[3] Para protegerse, los asideos se unieron a la causa de los Macabeos en su lucha contra el monarca.
Sospecha fundada en el hecho de que Alcimo, sumo sacerdote,[6] asesinó a sesenta asideos en un día.
14,3, el mismo Alcimo «se había contaminado voluntariamente», y luego testificó ante el rey Demetrio I: «los judíos llamados asideos, encabezados por Judas Macabeo, fomentan guerras y rebeliones, para no dejar que el reino viva en paz».
[8][1] Hacia el año 150 a. C., según Flavio Josefo, los asideos se dividirán en dos grupos bien diferenciados entre sí, los fariseos y los esenios.