Estas asociaciones OB son cúmulos estelares que pueden contener desde unas pocas unidades hasta cientos de estrellas (en este último caso se denominan superasociaciones OB).
El gas y el polvo que quedan después de la formación de las estrellas son expulsados y las estrellas restantes ya no están ligadas gravitacionalmente.
Se trata, por tanto, de zonas privilegiadas para estudiar la formación estelar.
Las asociaciones OB pueden tener dimensiones importantes, incluso cientos de años luz, con estrellas muy dispersas, y debido a las fuerzas de marea galácticas, tienden a dispersarse en tiempos astronómicamente muy cortos.
Similares a estas son las asociaciones R, en las que estrellas jóvenes masivas están inmersas en una tenue nebulosidad; la radiación de estas estrellas ilumina parte del gas, formando nebulosas de reflexión.