Es común el uso de las siglas AMPA, que muchas veces se inscriben con minúscula, ampa (a veces con la inicial en mayúscula), sirviendo este como sustantivo común.
En los años 1960 se generalizó su implantación en la mayoría de los institutos.
El modelo se imitó, vigente ya la Ley General de Educación de 1970, en la Educación General Básica.
[2] Las ampas con intereses similares se pueden unir en federaciones o confederaciones que permiten la presencia de la opinión de los padres y madres ante las autoridades correspondientes.
Las funciones del ampa se dividen en informativas, formativas y de representación.