[1] En la segunda mitad del siglo XVIII, el gobernador Carlos de Beranger y el piloto José de Moraleda señalan que la principal industria de la provincia corresponde a la explotación maderera, y que esta ocurre mayoritariamente en la zona continental administrada desde Calbuco.
[3] Esta actividad se realizaba desde las tierras continentales próximas a las islas del archipiélago de Calbuco, pero progresivamente avanzó hacia las zonas más próximas a la cordillera de los Andes, siendo mencionados, por Tomás O'Higgins, en 1797, los astilleros de Melipulli y Cochunon (Cochamó).
[4] Por su parte, Moraleda dice que los astilleros de Cayenel, río Coihuín (Chamiza) y Contao son los más frecuentados.
[14] Junto a ello, se fundaron pueblos en lo que anteriormente habían sido zonas de producción maderera.
De todas formas, la explotación del alerce continuaría hasta la segunda mitad del siglo XX y llegaría a niveles industriales en la zona de Contao.
[16] La tala legal de alerces vivos llegaría a su fin recién en 1977, con la publicación del Decreto 490 del Ministerio de Agricultura que declara a la especie monumento natural y prohíbe su explotación.