El nombre de este pueblo vallisoletano tiene su origen en varias leyendas.
Construida en el siglo XVII, el material empleado en su construcción es el ladrillo, y queda levantada en el mismo lugar en el que había construida una fortaleza tiempo atrás.
Los habitantes del pueblo denominan a la conocida iglesia 'el castillo'.
Este se originó en la estufa de la escuela que existía en el mismo edificio del Ayuntamiento y, debido al fuerte viento, se propagó rápidamente por toda la población.
El concepto de deuda viva contempla sólo las deudas con cajas y bancos relativas a créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos transferidos a terceros, excluyéndose, por tanto, la deuda comercial.