El ataque dejó tres policías muertos durante la emboscada terrorista de sus vehículos y un policía herido que no pudo escapar y terminó siendo incendiado dentro de los vehículos, actualmente se encuentra desaparecido, las milicias de Sendero escaparon terminado el ataque.
Para otros es una simple respuesta desesperada ante los constantes operativos antidrogas que se realizan en la zona.
Se conoció días después que el motivo del ataque fue una respuesta a las operaciones antidrogas realizada por la policía.
El atentado recibió mucha atención mediática, especialmente por ser el tercer atentado en la zona del VRAEM y sus alrededores, varios analistas políticos expresaron que el Estado peruano "está perdiendo la guerra" contra los reductos narcoterroristas que operan en el sur peruano.
Los policías muertos fueron ascendidos póstumamente al grado de suboficiales.