Con más de 250 heridos, se considera que es uno de los ataques más mortíferos en Lahore.
La explosión parecía dirigida contra los cristianos que allí estaban celebrando la Pascua y la mayoría de las víctimas fueron mujeres y niños.
[2][3][4] La explosión tuvo lugar a las 6:30 p. m., y fue comunicada por una llamada de emergencia en torno a las 6:44 p. m., siendo enviadas 23 ambulancias al lugar.
La responsabilidad fue adjudicada por el Jamaat-ul-Ahrar, un grupo afiliado con el talibán paquistaní.
El presidente de Pakistán, Mamnoon Hussain, el gobernador de Punjab, Malik Muhammad Rafique Rajwana y el Jefe Ministro de Punjab, Mian Shahbaz Sharif, condenaron el ataque y se anunció tres días de duelo.