[2] La masacre fue repudiada tanto por la Iglesia Católica, que negó el secuestro de los sacerdotes[3] como por el gobierno nigeriano[4] al cual se le ha recriminado la ola de violencia que asola el país.
Los musulmanes son mayoría en el norte del país y grupos terroristas como Boko Haram secuestran cristianos de todas las denominaciones y buscan implantar la sharia en todo el país; sin embargo, los líderes musulmanes tradicionales como el sultán de Sokoto han hecho llamados por la paz y denuncian la corriente wahabista del islam, en contraste a la tradición sufista del islam nigeriano.
Si bien la Iglesia Católica es la religión mayoritaria entre los igbo, es una denominación popular en toda Nigeria.
En 1914, una década después de la victoria británica se fusionaron el Protectorado del Norte de Nigeria y el Protectorado del Nigeria del Sur, fusionando a su vez dos poblaciones distintas: un norte musulmán y recién conquistado contra un sur donde predominaban las religiones tradicionales y el cristianismo que llevaba varias décadas bajo control europeo.
La expansión de la Iglesia Católica a otras regiones de Nigeria ha conllevado a una nueva convivencia entre cristianos y musulmanes, con mayor o menor tensión según la región.