En general, son lugares en el camino donde uno puede detenerse, más que un destino en sí.
Esta moderna atracción turística típicamente norteamericana se originó y fue popular en EE. UU.
[1][2] Cuando los viajes por carretera se hicieron prácticos y populares en los Estados Unidos en los años 1920, empresarios avispados empezaron a construir restaurantes, moteles, tiendas de recuerdos, cafeterías y negocios más inusuales para atraer a los viajeros.
[8][9] En 2017, la revista Best Life listó las 33 mejores atracciones de carretera en los EE. UU.
Entre ellas estaban Lucy the Elephant, en Margate, Nueva Jersey; Cabazon Dinosaurs, en Cabazon, California; Oregón Vortex, en Gold Hill, Oregón; Jolly Green Giant, en Blue Earth, Minesota; y Secret Caverns, en Howes Cave, Nueva York.