Se han encontrado vestigios de presencia indígena (chonos) en el lugar.
También se construyó un molino y posteriormente en 1918 un oratorio de paja.
El paisaje del lugar destaca por la amplia playa con vista a la Isla Tranqui e Isla Chaullín y a la Cordillera de los Andes, resaltando el volcán Corcovado.
Al final de la playa se encuentran roquerios y cuevas donde se pueden avistar pájaros como cisnes, gaviotas y pingüinos de Humbolt.
En el último tiempo se han registrado pasos de ballenas por las aguas del sector.