Su obra se enmarca en el fotorrealismo, una vertiente del hiperrealismo consistente en la elaboración de lienzos tomando fotografías como modelo.
Si dentro del hiperrealismo se perciben dos tendencias, una más vinculada a la tradición pictórica occidental y otra más relacionada con el realismo fotográfico de influencia pop, Flack se englobaría en la segunda, junto a otros artistas como Chuck Close, Richard Estes, Don Eddy, John Salt, Ralph Goings y John de Andrea.
[3] Al igual que sus compañeros, Flack se inspiró en objetos cotidianos de la realidad circundante, vinculados especialmente a ambientes urbanos y la cultura pop.
Estas obras se caracterizan por su realismo e intenso colorido, con alusiones simbólicas tomadas del bagaje histórico de este género, pero reinterpretadas en clave moderna, con objetos como joyas, flores, frutas, cosméticos y otros elementos de carácter efímero, contrapuestos a imágenes alusivas a la muerte, como pueden ser los campos de concentración.
Los relojes y el calendario aluden al paso del tiempo, así como la descolorida fotografía, que se percibe anterior en el tiempo a la escena representada.