Posteriormente participó en las campañas de Alemania, Polonia y Rusia.
Sin embargo, Ameil se quedó a las órdenes de Napoleón.
Enviado por éste a Auxerre, fue detenido por orden del rey y enviado prisionero a París el mismo día en que Napoleón entraba en las Tullerías.
El día de la batalla de Waterloo con el que terminan los Cien Días, el general Ameil escribió a Luis XVIII una carta para justificar su conducta pero su petición no fue atendida y se le formó un consejo de guerra.
Para evitarlo, dejó inmediatamente Francia y pasó a Inglaterra.