Sus padres fueron Jean Nicolas Juilliard, un zapatero y Anna Burlette, ambos eran Hugonotes.
En 1866 se estableció en Nueva York y trabajó para una compañía textil.
Se convirtió en un exitoso y adinerado mercader quien acrecentó su fortuna a través de inversiones en la banca, ferrocarriles, y seguros.
Fue miembro fundador y presidente de Metropolitan Opera and Real Estate Company.
[1] Su testamento incluía el mayor aporte para el desarrollo de la música hasta el momento, además de otorgar fondos a diversas caridades.