Automatización del trabajo

Este realiza las órdenes que le son programadas por el operario, dejando más tiempo a los trabajadores para enfocarse en otras áreas de la producción.

Los elementos que forman la parte operativa son los accionadores de las máquinas como motores, cilindros, compresores.

Sistemas un poco más complejos poseen también un controlador con varios niveles de calor y múltiples velocidades para el ventilador.

Este consiste en la toma de medidas usando un sensor y haciendo ajustes en los cálculos para poder tomar medidas variable y así el sistema siga trabajando sin la necesidad de que intervenga el operador humano.

En un comienzo las primeras máquinas inventadas y utilizadas por el hombre estaban basadas en la necesidad del hombre por realizar tareas que requerían un mayor esfuerzo, tales como levantar un peso pesado con sistemas de poleas o utilizando palancas.

Dichos dispositivos caracterizaban a figuras humanas, fueron conocidos como autómatas y datan posiblemente desde el año 300 AC.

En 1801, la patente de un telar automático utilizando tarjetas perforadas fue dada a Joseph Marie Jacquard, quien revolucionó la industria del textil.

Este proceso no fue aceptado por todos los trabajadores, es así como nace un moviendo social llamado El Ludismo, este se caracterizó por la extrema oposición de introducir maquinarias al proceso de producción.

Como un famoso dicho anónimo dice, "para muchas y muy cambiantes tareas, es difícil remplazar al ser humano, quienes son fácilmente vueltos a entrenar dentro de un amplio rango de tareas, más aún, son producidos a bajo costo por personal sin entrenamiento".

Bedlam Furnace, Madeley Dale, Shropshire (1803), Acuarela de Paul Sandby Munn.